Interview: Wendeling Wiedeking
Spanish, sorry
STUTTGART (ALEMANIA).-Desde su despacho en la sede de la marca en Zuffenhausen, una pequeña barriada de la ciudad a la que Porsche ha hecho famosa, el Protagonista del Motor 2008 responde a la entrevista de elmundo.es.
Pregunta.- Cuando se incorporó a Porsche en 1992, la
compañía no estaba en sus mejores momentos. ¿Cuáles eran sus males y
cuáles fueron los remedios que aplicó cuando asumió la presidencia
ejecutiva?
Respuesta.- Los problemas
de Porsche a comienzos de los años 90 eran diversos. Iban desde
procesos de producción ineficientes a una desacertada política de
producto, pasando por la falta de protección monetaria en los Estados
Unidos, nuestro principal mercado. Desde entonces, hemos aumentado
nuestra eficiencia, hemos mejorado las estructuras de costes,
desarrollamos productos más atractivos y hemos entrado en nuevos
mercados. El modelo empresarial sobre el que se basa nuestro
crecimiento, se orienta hacia objetivos estratégicos y a largo plazo.
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P.- Se dijo entonces que una de las razones de la crisis de
Porsche era el exceso de producción. Sin embargo, en la actualidad
Porsche fabrica y vende mucho más que hace 15 años. ¿Dónde está el
truco?
R.-Hoy vendemos incluso siete
veces más coches que en 1992. Y nuestra situación es la mejor que hemos
tenido en los 60 años de nuestra historia. Con el Boxster, Cayman, 911
y Cayenne, disponemos de una gama de productos sumamente atractiva. Y
cada modelo reúne en sí mismo la deportividad, la calidad y la aptitud
para el uso cotidiano que son característicos de la marca. Y esto ha
producido beneficios.
P.- Porsche es una empresa familiar ¿Obliga esta
circunstancia a tener que gestionarla de una forma diferente de las
empresas con un accionariado más difuminado?
R.-
El 50% de nuestro capital pertenece a accionistas preferentes, a los
cuáles, la dirección debe rendirles cuentas. Con las familias Porsche y
Piëch como titulares, hemos estado siempre en la afortunada situación.
Hemos podido mantener una política empresarial a largo plazo y no nos
hemos visto forzados a tener que vivir permanentemente orientados a
cuidar del valor para el accionista.
P.- Hace un año, usted me explicaba en otra entrevista que
decidió comprar el Grupo Volkswagen porque estaba barato y Porsche
tenía dinero. ¿Esperaba las dificultades que han surgido posteriormente
en el proceso de toma de control del consorcio adquirido? ¿Hasta que
punto se puede gestionar la oposición que parece tener a esta operación
el doctor Piëch, presidente del consejo de vigilancia de Volkswagen y
miembro del de Porsche?
R.- Siempre
hemos sido conscientes de que la adquisición del Grupo Volkswagen no
sería una empresa fácil. Por supuesto conocíamos a los diferentes
grupos que juegan un papel en él: la política, la región de Baja
Sajonia, los sindicatos y los comités de empresa, todos ellos con sus
propios intereses. Sin embargo, siempre he estado completamente
convencido de que esta unión de fuerzas de Porsche con el Grupo
Volkswagen sería ventajosa para todas las partes. Para las dos
empresas, para los accionistas, y también para los empleados. Por lo
demás, las familias Porsche y Piëch, han estado tras cada paso del
Grupo Porsche SE. Y su respaldo nos lo han vuelto a confirmar hace
poco, de forma explícita, tras un encuentro entre sus miembros.
P.- Volkswagen AG se ha convertido en la últimas semanas en
la compañía del automóvil con la más alta cotización en Bolsa. ¿Cómo va
a afectar esto a su propósito de seguir incrementado su participación
en Volkswagen?
R.- Nos atenemos sin
variaciones a nuestro plan de superar la barrera del 50% este año y con
ello adquirir la mayoría del Grupo Volkswagen. Además, acabamos de
anunciar que en el año 2009 llegaremos al 75% y de esta manera,
lograremos una posición de control, siempre y cuando las condiciones
económicas sean adecuadas para ello. Lo que con toda seguridad no
haremos es algo que no tenga sentido económico.
"Siempre hemos sido conscientes de que la
compra de VW tendría dificultades por los grupos presentes en el
consorcio: políticos, sindicatos, etcétera"
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[N. de R.: La semana pasada Porsche SE anunció que controla el 42,6% de las acciones de Volkswagen y, además, un 31,5% en opciones colocadas en efectivo sobre acciones ordinarias de Volkswagen, para protegerse contra el riesgo de fluctuaciones en el precio, lo que representa un total del 74,1%. Dos días después, ante la explosión del título de Volkswagen en la Bolsa, sacó a la venta un 5% de acciones para controlar su cotización].
P.- ¿Cuál es la visión que usted tiene del nuevo holding Porsche SE?
R.-Nuestro
objetivo manifiesto es avanzar con el Grupo Volkswagen -que dispone de
una incomparable cartera de marcas- hacia la cumbre mundial de la
industria del automóvil y ser líderes también en el ámbito de la
tecnología. Sólo unidos así tenemos a largo plazo una oportunidad de
lograrlo pese a la competencia. Una cosa quiero dejar clara: a pesar de
los muchos proyectos comunes que estudiamos con el Grupo Volkswagen, no
habrá fusión entre las dos empresas. Porsche será siempre Porsche, y
Volkswagen seguirá siendo Volkswagen.
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P.- Sin embargo, se habla de su deseo de cambiar el sistema
de dirección del Grupo Volkswagen. ¿Qué es lo que no le gusta? Porque
usted siempre ha asegurado que tiene una excelente relación con Martin
Winterkorn, el presidente ejecutivo del consorcio.
R.-
Y la tengo. Nuestro trabajo consiste en conseguir, junto con Martin
Winterkorn y sus compañeros de la dirección del Grupo Volkswagen, un
mayor valor añadido para, por medio de esta alianza, alcanzar a Toyota.
P.- También se dice que desde Porsche se desea frenar o
controlar algunos proyectos de Audi que podrían convertirse en
competidores directos. ¿Hay algo de cierto en eso?
R.-Tales
afirmaciones carecen de todo tipo de fundamento. Estamos interesados en
Audi, y por ello nos interesa desde un principio, el hecho de que esta
compañía también se desarrolle positivamente en el futuro.
"Tengo una buena relación con Martin
Winterkorn, el presidente de Volkswagen. Unidos podemos aspirar a estar
en la cumbre de la industria del automóvil"
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P.- Otro de los escollos a superar es la llamada 'Ley
Volkswagen' que da una posibilidad de veto al Estado de Baja Sajonia.
Aunque usted, en este asunto, parece tener un aliado en la Comisión
Europea ¿Por qué insiste el Gobierno alemán en una minoría de bloqueo
para Baja Sajonia con sólo el 20% del capital?
R.-
Yo creo que la Ley Volkswagen terminará desapareciendo, es sólo
cuestión de tiempo. Y la Comisión de la UE lo ve del mismo modo.
Nosotros lo que queremos es que a Volkswagen se le apliquen las mismas
normas que a cualquier otra empresa en Alemania.
P.- ¿Qué opinión le merecen las medidas que se han tomado
para hacer frente a la crisis financiera mundial? ¿Tiene usted alguna
predicción que hacer respecto al comienzo de la recuperación? En lo que
se refiere al sector del automóvil, ¿la recuperación será plena o habrá
que pensar en producir menos vehículos en el futuro?
R.-
Las medidas de la comunidad de los Estados parecen estar actuando poco
a poco. Al menos, las Bolsas se han tranquilizado un poco. Pero aún no
se puede prever por cuánto tiempo van a seguir afectando las
consecuencias negativas de la crisis del mercado financiero a la
economía real, y con ello, a la coyuntura y al desarrollo global. Ni
tampoco cual será la situación en la que quede. En Porsche tenemos un
sistema de producción muy flexible, que también nos permite fabricar
menos automóviles con los empleados de los que disponemos. A largo
plazo, estoy convencido de que los países industriales emergentes como
China y Rusia, pero también los países del Oriente Medio y de
Sudamérica, tendrán un papel fundamental en el crecimiento de la
economía mundial.
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P.- Hablemos de producto. Su primera apuesta fue la
producción del Boxster, un roadster de dos plazas más económico que el
911. Sin embargo, posteriormente decidió fabricar un todocamino -el
Cayenne- y una berlina cuatro puertas -el Panamera- desempolvando un
proyecto que se abandonó a comienzos de la década de los 90. ¿Por qué
estos cambios en el enfoque de la gama?
R.-
Hemos querido colocar nuestra empresa, paso a paso, sobre una base más
amplia. Se está mejor sobre cuatro patas que sobre una, dos o tres. Por
otra parte, el concepto del Panamera es único. Y nuestros clientes en
todo el mundo están realmente entusiasmados con el lanzamiento del
mismo.
P.- ¿No pensó nunca en convertir a Porsche en un fabricante
de deportivos de superlujo, con cifras de producción entre las 5.000 y
las 10.000 unidades, al estilo de Ferrari?
R.-
¿Por qué tendríamos que hacer algo así? Con los cerca de 100.000
vehículos que vendemos al año actualmente, conseguimos unos balances
excelentes. Ninguna otra empresa de nuestro sector es tan rentable como
Porsche. Y con nuestro Gran Turismo Panamera de cuatro puertas, a
partir del año que viene, estoy convencido de que nos apuntaremos un
nuevo éxito. Con este avance hacia la clase superior nos expandiremos
aún más en un futuro y podemos asegurar nuestra independencia.
"Antes de que termine esta década lanzaremos una versión híbrida del modelo Cayenne"
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P.- ¿Por qué se plantean lanzar versiones diésel en 2010?
R.-
Eso todavía no está decidido. Antiguamente a Porsche no le convenía el
tema diésel por motivos económicos. En la actualidad, las condiciones
han cambiado. Hoy tenemos participación en Volkswagen, el fabricante
más importante del mundo de motores diésel. Por eso vamos a estudiar el
tema a fondo.
P.- En su opinión, ¿hay un futuro para los coches que
produce Porsche, Ferrari, Lamborghini, etcétera, con las normas (y sus
penalizaciones) sobre emisiones que prepara la Comisión Europea? ¿Qué
propuesta espera antes de fin de año? ¿Se plantean ustedes modelos
eléctricos o de pila de combustible?
R.-
Estoy convencido de que nuestros vehículos deportivos todavía tienen un
gran futuro por delante. Tomemos sólo como ejemplo el 911. Gracias a
los nuevos motores con inyección directa y doble embrague, el 911
cuenta con los niveles mínimos de emisiones en su segmento. Y no
estamos en absoluto al máximo de nuestras posibilidades. Dentro de esta
década, ofreceremos una solución híbrida innovadora en el Cayenne. El
Panamera también será adaptado a la tecnología híbrida. No puedo
imaginarme un futuro en que las personas sólo quieran desplazarse en
pequeños automóviles.
"No soy capaz de concebir un futuro en el que la gente sólo quiera conducir coches pequeños"
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P.- ¿Consideran desarrollar un coche más pequeño y barato que los Boxster y Cayman?
R.-No. Todos nuestros estudios han demostrado que nuestros clientes no quieren ningún modelo por debajo del Boxster.
P.- ¿Cómo contemplan la llegada de nuevos competidores
japoneses como Lexus, que pretende ofrecer coches más deportivos, e
Infiniti?
R.- Mi lema es: «La
competencia aviva el negocio». La que existe entre los ingenieros
siempre ha llevado al progreso y ha hecho avanzar nuestra industria. En
Porsche nos da igual si la competencia viene de Asia, Europa o
Norteamérica. Una cosa tenemos clara: no podemos acomodarnos. El que
deja de trabajar duro pierde esta habilidad.
http://www.elmundo.es/elmundomotor/2008/11/04/empresas/1225790022.html